La Gastronomía de Suecia es muy similar a la gastronomía de Dinamarca o de Noruega. Se la considera simple, abundante en platos con diferentes tipos de pescados, patatatas, coles y nabos como ingredientes predominantes. Como en Noruega, la cocina se basa en el aprovechamiento de los productos autóctonos, como el salmón o el arenque, pero aquí abunda la presencia de numerosos platos de carne, en forma de albóndigas, salchichas o pasteles. El plato más conocido de la cocina sueca son las köttbullar, albóndigas a menudo recubiertas de salsa marrón o mermelada de arándano rojo.
Debido a la longitud de los períodos invernales, existen tradicionalmente en sus platos muy pocas verduras frescas. Se pueden encontrar tubérculos como el nabo, el colinabo y la patata, que se conservan encarnados o en vinagre al estilo chucrut, el repollo y otras coles, así como otras verduras como el pepino. La mermelada de arándano rojo es muy común debido a su capacidad de conservación a lo largo de los largos y oscuros inviernos nórdicos y el hecho de que es una fuente de vitamina C.
La máxima expresión de la cocina sueca es el Smörgasbord, un bufé de preparaciones frías y calientes que puede agrupar decenas de platos típicos del país. Otros platos típicos que también destacan son el surstromiming, arenques fermentados servidos con cebollas, patatas, pan y mantequilla, el kalops, estofado de buey, o los pyttipana, dados de carne picada fritos con cebolla y patatas.
Respecto a la bebida, el café filtro y la cerveza ocupan los primeros lugares de consumo en Suecia. En los periodos navideños es muy popular el julmust, un refresco que se consume en grandes cantidades. El Aquavit (40% alcohol) es una bebida tradicional que se suele consumir en celebraciones y festejos. Servido en pequeñas copas (3-6 6cc) recibe el nombre de snaps. Otra bebida alcohólica tradicional sueca es el Punsch, un licor muy dulce que se bebe muy caliente (~40 °C), o muy frio (< 0 °C).
Los suecos son aficionados a los productos de pastelería, los que suelen acompañar con café. Algunos se consumen en fechas específicas, como el Semla, un bollo de cardamomo relleno con pasta de almendras y crema que se consume en la Cuaresma; o el Pepparkaka, una galleta de jengibre que se consume para la Navidad.
Alejado del intercambio de influencias que se da en la Europa mediterránea, debido a la dificultad en el acceso a las zonas más recónditas del círculo polar ártico, ha preservado durante siglos sus tradiciones. Basan su gastronomía en la explotación de los recursos propios, con una extensa variedad de pesacados a la cabeza, como se ha mencionado anteriormente.
Destaca el peso de la cultura lapona o sami, que abarca una región que se extiende por el norte de Noruega, Suecia y Finlandia. El plato típico de los lapones es el guisado de reno, que suele ir acompañado de puré de patatas. Otro plato típico son las empanadillas. Hay una gran variedad de ellas ya que se rellenan de ingredientes tan dispares como el arroz, el pescado o el queso. Por otra parte, el pescado es un ingrediente imprescindible en Laponia, siendo el salmón el máximo exponente.
La olla para ahumar es algo muy usado en los países escandinavos. Consiste en una olla que en su interior contiene una plancha bajo la que se colocan las virutas de madera, y una rejilla sobre la que se posan los alimentos que se desean ahumar.
Smörgasbord, el plato nacional sueco
Como hemos mencionado anteriormente, es un buffet muy variado que reúne todas las especialidades de la comida del país. Se trata de variedad de platos de carne y de pescado, fríos y calientes, entre los que no falta el arenque, el salmón y la anguila y mariscos como las gambas, los mejillones, e incluso ostras y caviar, en los restaurantes más selectos. El cerdo, en forma de jamón, salchichas o paté, el rosbif de ternera y las albóndigas suecas o Köttbullar, son la representación de los típicos platos de carne que componen este buffet. Y según la época del año, las guarniciones vegetales que lo acompañan varían entre lechuga, tomate, remolacha, setas, puerros, guisantes... Tampoco suelen faltar como acompañantes el puré de patata y las lingonberries, bayas típicas de los bosques suecos.
Aunque si se quiere comer más liviano, siempre está la posibilidad de recurrir a los pannkakor, una especie de masa fina parecida a los crepes con distintos rellenos, carnes, vegetales...
