La corvina es pariente de los verrugatos y los corvallos, pero carece de barbillones y tiene un cuerpo más grande , alargado, esbelto y elegante, casi fusiforme.
Su talla habitual es de aproximadamente un metro, no obstante existen ejemplares de hasta dos metros de largo y 90 kilogramos de peso gracias a su increíble voracidad, que le lleva a desplazarse continuamente en persecución de sus posibles presas. Esto hace que su captura proporcione una indudable alegría a cualquier pescador submarino que consiga capturar una.
La corvina es rica en proteínas por ser de la familia de pescados blancos. Según su composición nutricional, esta especie posee una pequeña proporción de grasas. Por lo que es utilizado especialmente en dietas.