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Melilla, España

La riqueza cultural de las gentes de Melilla trasladada a la cocina nos ofrece una extravagante mezcla de sabores y olores, y da lugar a una enorme diversidad de propuestas gastronómicas.
La cocina mediterránea, la trilogía de pescados, mariscos y moluscos, y las comidas de sabores exóticos y cocinas con especias son uno de sus mejores reclamos.
Como ciudad mediterránea, Melilla conserva y promociona la costumbre tan española de las tapas y los pinchitos acompañados de un buen vino o una refrescante cerveza. Cada bar conserva su especialidad de tapas, y se distinguen tres zonas: el centro, los aledaños del paseo marítimo y el barrio del Real. Nadie escapa a la ruta del tapeo en Melilla.
En el interior de la casa, en el patio o en la cocina, espacios íntimos y lejos de las miradas indiscretas de la calle, era donde las mujeres de una familia extensa (madres, hijas, sobrinas, suegra, etc.) preparaban las conservas, confeccionaban las comidas, tejían o conversaban
Cocina de clara inspiración andalusi.
Las pastelas de pollo y los lomos de corvina a la plancha son algunos de los platos, que inspirados en la cocina andalusi se pueden degustar en diversos restaurantes como el del Parador, así como otros muchos más basados en su mayoría en los mejores mariscos y pescados de la zona. Para la elaboración de platos de pescado se recomendaba en muchos casos que tras su descamado, se escaldaran en agua caliente y luego se preparasen a la cazuela. Los tratados médicos desaconsejan en general las frituras y las de pescado no son una excepción. Pero, aunque indirectamente, la tradición indica que el consumo de pescado frito debió ser bastante común. Junto a la fritura sabemos de su elaboración al horno, a la brasa y en salazón.
Para el almacenamiento se utilizan como elementos principales potes, orzas, tinajas, jarros, cántaros, cantimploras y demás recipientes susceptibles de servir como contenedores. Recipientes como fuentes, ataifores, escudillas, jarritas y jarritos, vasos, tazas, etc. serían los usados para el consumo de alimentos. No son infrecuentes las cazuelas conocidas como “de costillas”, con pequeñas bandas aplicadas para facilitar el agarre, de tradición almohade.
Cuscuseras Se trata de una pieza cerrada, concebida para realizar cocciones indirectas gracias al vapor procedente de otra pieza expuesta directamente al fuego, sobre la que apoya. Se debe poner en relación con la preparación de al menos uno de los guisos bien documentados en la fuentes de la época, el cuscús, aunque debió emplearse en otro tipo de platos. la olla y la cuscusera, según los recetarios, se podían sellar con un poco de masa o incluso con la misma sémola. Respecto a estas piezas, tampoco es descartable un uso secundario como coladores o incluso ocasionalmente como queseras.
La estructura del menú es la de las tres comidas principales, el desayuno, el almuerzo y la cena, -salvo en periodos como el Ramadán para los musulmanes o el Yom Kipur hebreo- consumiendo en todas ellas harinas de trigo y otros cereales con las que se elaboran distintas variedades de pan, tortas, pastas (cuscús, fideos, aletrías), gachas, sopas, etc como producto principal, y de similares características. Recordar que el tipo de menú que se consume en las casas es habitualmente diferente al que se consume a nivel de restauración


 
ref.lugar: 52, actualizado el 28-01-2013